El agua arrasó con todo a su paso, inundando numerosas poblaciones en el noreste de Libia. Más de 480 viviendas quedaron destruidas y cinco barrios residenciales fueron arrasados por completo por las lluvias torrenciales, sumado a las dos presas que colapsaron y vertieron 33 millones de metros cúbicos de agua dentro de la ciudad de Derna. Los estragos del ciclón también dejaron afectados a Grecia, Turquía y Bulgaria.
El papa Francisco, expresó su profundo dolor por lo sucedido. “Su Santidad el papa Francisco está profundamente entristecido por la inmensa pérdida de vidas y la destrucción causada por las inundaciones en Libia”, publicó la santa sede.
El epicentro de esta tragedia se encuentra en la ciudad de Derna, que ha sido la más afectada por la tormenta. Las autoridades locales indican que dos represas colapsaron sumergiendo gran parte de la urbe y dejando a muchos de sus residentes atrapados en sus hogares.
Imágenes compartidas en redes sociales por residentes de la zona muestran la magnitud de la devastación: áreas enteras de bloques residenciales borradas por los altos niveles de agua, que alcanzaron los 3 metros, edificios de varios pisos colapsados y residentes atrapados entre vehículos sumergidos.